La hipocresía de los periódicos…
y sus dueños

Armando Medrano de León.

En días pasados, el director editorial del periódico Vanguardia, Armando Castilla Galindo, en la septuagésima Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), llevado a cabo en Santiago de Chile, presentando el informe de México dijo: -”La violencia y agresión contra periodistas y medios de comunicación continúo aumentando este semestre”.

Castilla Galindo hizo un recuento de: “Los hechos perpetrados en contra de la libertad de prensa en nuestro país, entre los que se encuentran asesinatos, intimidaciones, agresiones, ataques cibernéticos, asaltos, irrupciones.” (periódico Vanguardia, pág. 2ª del lunes 20 de octubre de 2014).

Acto seguido el propietario del matutino saltillense se hizo una fotografía, en la que aparece sonriendo, con el periodista y escritor Alvaro Vargas Llosa, (hermano del escritor, antes peruano, ahora español) Mario Vargas Llosa. En el pié de foto se consigna que ambos “dialogaron”.

Caso No. Uno.- Corría el año de 2003, siendo gobernador de Coahuila Enrique Martínez y Martínez, se celebraba una comida en los amplios jardines de una residencia situada al sur de Saltillo, propiedad de la familia Garza Ortiz de Montellano. Se festejaba el cumpleaños de un conocido comunicador y al banquete se invitó al gobernador, quién hizo acto de presencia.

Poco después de los postres, el director editorial de Vanguardia Armando Castilla Galindo, también invitado al evento, se acercó con timidez y sumisión al entonces mandatario en Coahuila y palabras más, palabras menos, le dijo que estaba enterado de su enojo por una nota aparecida en el periódico de su propiedad, que había elaborado el reportero Javier Medina Pastén. Martínez y Martínez -muy seco y frío-le respondió que, en efecto estaba muy indignado por la aparición de ese tipo de noticias en “su periódico”.

Entonces, para sorpresa de los asistentes que escucharon la conversación, Castilla Galindo le ofreció al gobernador, que sí así lo deseaba despediría esa misma noche al reportero. Medina Pastén sigue trabajando como reportero, desde hace muchos años (alrededor de once) en el Diario de Coahuila.

Caso No. Dos.- Prácticamente todos días en la sección Opinión (pag. 6A) del periódico Vanguardia, en el Editorial del mismo, se condena la corrupción gubernamental, la inseguridad pública, la voracidad de los comerciantes, las prácticas de influyentismo entre los gobernantes y destacados empresarios, a los partidos políticos y a sus líderes, hasta a las mismas iglesias y sus pastores y un larguísimo etcétera de temas de toda índole. Este editorial ha dedicado su espacio, en un buen número de ocasiones, a criticar el pésimo servicio de transporte urbano que la capital de Coahuila ha padecido por décadas. Se ha planteado en numerosas ocasiones, como la voracidad de los concesionarios y la pasividad de las autoridades, han propiciado la muerte absurda de muchos ciudadanos saltillenses.
En el periódico vespertino “El Guardián”, propiedad de la misma empresa que edita “Vanguardia”, reseñando accidentes que han tenido como protagonistas a unidades del transporte urbano, se han podido encontrar encabezados a ocho columnas como los siguientes:

“Cafre manda al panteón a una Ñorsa embarcelona”.

“Ruquita la quiebra bajo las ruedas de la 13B”.

“Chofer ‘pacheco’ hace carambola con estudiantes. Marchan dos”.

Por supuesto, todas las víctimas de los accidentes de los que hace escarnio el periódico son personas de condición humilde, del sector más desprotegido de la sociedad. Los que compran “El Guardian”.